No cabe duda de que los teléfonos móviles y las tabletas se han convertido en un elemento omnipresente en nuestra sociedad.
Adultos, adolescentes y niños pasamos el día pendientes de mensajes, redes sociales, correo electrónico o noticias de última hora.
Diversos estudios hablan ya de porcentajes muy altos de dependencia al móvil o del miedo a salir de casa sin él, la pandemia del COVID 19 aceleró el uso y la dimensión del abuso de estos objetos con las consecuencias que estos excesos conllevan que en determinados sujetos derivan en conductas adictivas severas.